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Detección de fraude en milisegundos: cuando la velocidad define el éxito

  • Foto del escritor: Onistec LLC
    Onistec LLC
  • 14 sept
  • 3 Min. de lectura

En el mundo actual, donde las transacciones digitales crecen de forma exponencial, la capacidad para detectar y frenar el fraude ya no es solo una cuestión de seguridad, sino un factor determinante para la continuidad operativa, la rentabilidad y la experiencia del usuario.


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Desde el phishing sofisticado hasta la suplantación de identidad durante procesos de onboarding, las amenazas han evolucionado para evadir las estrategias tradicionales de protección. En este contexto, soluciones como ARDID han transformado el paradigma: pasar de una reacción manual tardía, a una detección automática basada en inteligencia artificial entrenada específicamente para LATAM.

 

¿Por qué la detección temprana es clave?

 

Detectar un intento de fraude después de que ha ocurrido la transacción no solo es ineficiente: es costoso, riesgoso y daña la confianza del cliente. Las organizaciones que actúan en segundos —o incluso minutos— ya llegan tarde.

 

ARDID ofrece una respuesta diferente: procesa señales de comportamiento, biometría y variables de riesgo en tiempo real, reaccionando en milisegundos ante anomalías. Esta rapidez no solo evita pérdidas, sino que habilita una operación más fluida para los usuarios legítimos.

 

Lo que antes era un escudo, hoy es un radar. La capacidad de identificar el fraude desde antes de que suceda permite pasar de una lógica reactiva a una estrategia verdaderamente preventiva.

 

El costo invisible del fraude digital

 

No se trata solo del dinero que se pierde en una transacción fraudulenta. El verdadero costo del fraude incluye:

  • Tiempo del equipo de TI o seguridad investigando incidentes

  • Deterioro de la reputación de marca

  • Abandono del proceso de onboarding o compra por usuarios legítimos

  • Costos legales y regulatorios

  • Penalizaciones contractuales o pérdida de licitaciones por incumplimientos

 

La suma de estos factores puede representar cientos de miles de dólares para empresas medianas y grandes. Más aún, cuando se multiplican por región y por canal.

 

Impacto real en las métricas del negocio

 

Una de las ventajas más contundentes de ARDID es que sus resultados no se quedan en promesas técnicas: se reflejan directamente en KPIs clave.

 

Entre los casos registrados:

  • Reducción de hasta 95% en el tiempo de reacción ante amenazas

  • Disminución de entre 40% y 70% en pérdidas por fraude digital en los primeros tres meses

  • Incremento de hasta 12% en las tasas de conversión de usuarios legítimos, al eliminar fricciones innecesarias

  • Tiempos de implementación rápidos y sin frenar la operación existente

 

Esto demuestra que prevenir el fraude no solo es una práctica responsable, sino una decisión rentable que mejora la salud financiera y operativa de cualquier organización.

 

No es magia, es IA localmente entrenada

 

A diferencia de otras soluciones genéricas, ARDID ha sido entrenado con patrones, comportamientos y datos contextualizados en la región. Eso significa que entiende cómo actúan los defraudadores en América Latina y puede detectar incluso ataques no tradicionales o que estarían fuera de los radares convencionales.

 

Además, su integración es ágil y no interfiere con el journey digital del usuario, lo cual permite mejorar la experiencia sin sacrificar seguridad.

 

 

Conoce en detalle cómo ARDID ha transformado los resultados comerciales de empresas en sectores como banca, retail, educación y servicios digitales. Este blueprint exclusivo revela los porcentajes reales de mejora, tiempos de implementación y casos de uso concretos para que evalúes si tu organización está preparada para un nuevo estándar en prevención del fraude.



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